Yo vivo en un país donde la mayoría se sobrepone a los "no hay" e inventa soluciones y sobrevive aún cuando las cosas se ponen difíciles. Y las personas de mi país no renuncian a sus ideas, ni a la alegría, ni a la solidaridad. No es el mejor país del mundo, pero es MI ISLA.

jueves, 5 de abril de 2012

Mucho mejor que en Cuba, ¿verdad?

Mira que la vida da vueltas. Estaba leyendo una noticia publicada en el Nuevo Herald sobre los recortes de gastos que realiza el gobierno español para ayudar económicamente a los llamados ex-presos políticos que salieron de Cuba "escapando del régimen". Me recuerda una nota que leí a unos meses de la llegada de los primeros "disidentes" en julio de 2010; pero de esto hablaré más adelante.

El caso es que ahora los excarcelados y sus familiares que viven en España piden trabajo, ya que se les recortarán los subsidios de 700 euros al mes para alquiler y 180 euros para otros gastos por cada miembro de la familia.
Los que llegaron  a la nación ibérica desde mediados de 2010 hasta abril de 2011, suman más de 700 (ex-presos y parientes). La mayoría según el rotativo han emigrado a otros países, pero los que se quedaron quieren que les permitan trabajar. Algo que parece difícil en un país con unos 6 millones de desempleados y una ley de Reforma laboral que da luz verde a los despidos.

Pero bien, si la anterior administración aupó a los cubanos con ayudas que no confiere a sus propios ciudadanos -que en esas mismas fechas más de 1000 propietarios quedaron sin sus viviendas por no poder pagar las hipotecas- es posible que ahora aparezca alguna opción para los que en Cuba vivían sin trabajar, y vivían bien. Claro, antes de que fueran a la cárcel por dedicarse a la subversión, negocio que la Sección de Intereses de EE.UU. en la isla paga bien, tanto que no es preciso trabajar. Pero ese no es el tema.

Ahora, no lo digo yo, lo dicen los estos emigrantes: 
“Después de un año, mis papeles aún no están arreglados,” dice el periodista Miguel Galbán, de 46 años de edad. “Por lo tanto no puedo viajar, no tengo trabajo ni un piso para alquilar.” Galbán, quien fue sentenciado a 26 años de cárcel, salió en septiembre del 2010 y pertenece al último grupo que llegó a España. Desde entonces, vive en una casa de acogida de la Cruz Roja, quien le compra la comida y le da 50 euros para el aseo personal. Está desesperado. “La cárcel fue terrible, pero la vida en España es aún más difícil. Me arrepiento haberme apresurado.” (http://bit.ly/nzuVAw)

"Los 11 ex presos políticos cubanos que llegaron como exiliados a España en los últimos días denunciaron incumplimientos por parte del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que según dijeron les ofreció asesoramiento legal y ayuda económica para su manutención y el alquiler de viviendas. Hasta ahora sólo la Cruz Roja española les brindó ayuda, dijo Julio César Gálvez, uno de los disidentes castristas, en conferencia de prensa en Madrid."(http://bit.ly/Hl03ga)

Pero, como lo evidencia El Nuevo Herald, la situación no va a mejor sino que empeora. Este hombre, Gálvez, es de los que se quedó y ahora, casi dos años después continúa quejándose:
Julio César Gálvez, quien también llegó en la primera tanda en julio de 2010, denunció la misma situación: “No tengo un céntimo en los bolsillos”.
“Lo único que pido es trabajo y así, en vez de recibir, podré ayudar. No se trata de que me den un pescado para comer, sino de que me enseñen a pescar”, comparó Gálvez. (http://bit.ly/HXnk74)

Se dice que los 115 "disidentes" que arribaron a España lo hacían para luchar por Cuba desde el exterior, lo cierto es que se quieren hacer llamar perseguidos políticos, perseguidos no sé por quién, se supone que llegaron a la democracia, pero en mi opinión, van en busca de una razón para que no solo la Cruz Roja se apiade de ellos y aparezca otra entidad, quizás con mayores recursos, para que les dé más que un subsidio, que actualmente en España no es cosa para despreciar. ¿Será que buscan el mismo tipo de ayuda que sufragaba gastos indispensables y lujos en Cuba?

Ojo, que no soy yo quien se queja. Otro caso, lejos de España y más reciente es el de la madre de Zapata, un preso común que con su huelga de hambre sirvió para encabezar la lista de "mártires de la disidencia". Este hizo la huelga, pero hay que decir que a falta de muertos, si alguno sufre un paro cardiáco, se tilda de sospechosa su muerte y allí está: un nuevo nombre para la campaña "Fulano de tal, asesinado por los Castro". Pero este tampoco es el tema, como les decía, no solo los de España se quejan.

Esta señora dijo haber sido "engañada", no me crean a mí; leánlo en las palabras de ella que publicara en su blog el propio Galbán, el que les puse antes quejándose de España:
"Siete meses después de arribar a Estados Unidos con las cenizas de su hijo, la madre del mártir Orlando Zapata Tamayo dice estar viviendo una situación desesperada por falta de recursos económicos para sustentarse.
Tengo momentos muy difíciles, de todo corazón pienso que el espíritu de mi hijo está sufriendo con lo que le está pasando a su madre“, declaró Reina Luisa Tamayo. “Me hallo ahogada“."


Ahí les dejo estas verdades de los que muy en el fondo de su corazón, en esos pensamientos que tiene uno con la cabeza en la almohada, recordará lo rico que era ser un empleado de Estados Unidos, cobrando por "luchar" contra el "régimen".



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