Retraso mental, alteración del crecimiento, aparición de edema generalizado, resequedad
de la piel y aspecto escamoso de esta, son consecuencias del hipotiroidismo
congénito, una afección de la que se protege a los niños cubanos.
El padecimiento, que ocasiona edema de
párpados y de laringe, lengua grande, cara
redonda, llanto ronco, piel gruesa, arrugas frontales y estreñimiento, es
diagnosticado mediante la conocida prueba del talón, que permite detectar valores
elevados de la tirotropina (TSH).
En todas las áreas de salud de Santiago
de Cuba, existen enfermeras capacitadas para realizar el tamizaje neonatal a
los neonatos a los 5 días de l nacimiento, independientemente de su estado de salud.
Una vez identificados lo menores
hipotiroideos se remiten a la consulta de Endocrinología Pediátrica, radicada
en el Hospital Infantil Norte de esta ciudad. Allí transcurrirá toda la
atención médica hasta que el paciente alcance los 19 años.
El doctor Raúl Zaldívar, jefe del
servicio provincial de Endocrinología Pediátrica asegura que la diagnosis
temprana en estos casos es fundamental por lo sencillo que resulta el
tratamiento, evitándose con la ingestión de pequeñas dosis de Levotiroxina, que
el niño padezca las severas consecuencias neurológicas irreversibles y físicas
de la enfermedad.
El también especialista de primer grado
en pediatría y de segundo grado en endocrinología informó que con este
tratamiento no es posible curar la enfermedad. No obstante además del retraso
mental, el servicio médico logra prevenir trastornos de la neurocognición:
“En un trabajo mancomunado de los institutos nacionales de Endocrinología y
Neurología, se puso en marcha un proyecto para el diagnostico de algunas
alteraciones neurocognitivas que pudieran estar presentes en esos niños, aún
cuando se les somete al tratamiento adecuado y
oportuno, antes de los 14 días de nacido.
“Ahora el proyecto es más ambicioso,
pues identificamos y tratamos los trastornos que pueden aparecer en grados
variables, alteraciones de la esfera de la neurocognición como trastornos de la
memoria, de la atención activa o pasiva,
en la estimación del tiempo, en la reacción hacia estímulos…”
La detección de estos problemas se
realiza mediante un programa computarizado que funciona como laboratorio de
neurocognición. El software brinda herramientas para el tratamiento, y una vez
conocidas las alteraciones el paciente es atendido por un equipo
multidisciplinario integrado por especialistas en psicología, psicometría,
pediatría, endocrinología y trabajo social. Este grupo de profesionales trabaja
también con la familia, pues el éxito del tratamiento depende en gran medida
del cuidado que pongan los padres en la aplicación rigurosa del medicamento y en
la educación que reciban los niños.
“Hemos visto que muchos de estos
menores tienen trastornos de la neurocognición propiciados por un ambiente
familiar desfavorable, muchos provienen de una familia disfuncional”-asevera el
galeno.
Los pequeños con este tipo de trastorno
endocrinológico, crecen en Cuba como personas normales, sanas y aptas para
cualquier actividad.
Uno de cada 4000 niños nace con
hipotiroidismo congénito en esta provincia suroriental; ninguno de los más de
70 niños y adolescentes que lo padecen
es retrasado mental.
Creado en 1986, el programa cubano de
diagnóstico precoz de Hipotiroidismo Congénito, ha demostrado que en el país
caribeño la protección de la infancia va más allá de buenas intenciones y
apasionados discursos.
La detección de todos los casos es un
logro del sistema de salud de la Isla, que cuenta con una red de más de 200
laboratorios especializados en todos los municipios y cuatro centros regionales -uno de ellos en la urbe santiaguera-
integrados a la actividad pesquisativa, y rectores del control de calidad de
procedimientos y resultados. Un sistema de instituciones bien equipadas y con
personal capaz.
En cualquier gestante o puérpera del territorio
se materializa la obra a favor de la vida que emprenden los trabajadores del
sistema de salud. Entonces el parto exitoso, la sonrisa de la madre y el desarrollo
óptimo del recién nacido, dicen más que mil palabras en torno al tema.
Como en el resto del país, en esta
provincia suroriental se despliegan acciones pesquisativas que aseguran que el
milagro de la vida no fenezca ante alguna afección de la madre o del feto. De
ahí que se someta a los futuros padres a exámenes médicos dirigidos a
diagnosticar enfermedades transmisibles y crónicas no transmisibles, incluso
antes de que se manifiesten los síntomas, como el VIH/SIDA, la Hepatitis B y el
hipotiroidismo congénito, que es determinado mediante pruebas practicados a los
neonatos.